Un joven estudiante noruego, Kristoffer Koch, compró en 2009 bitcoins por un valor total de 27 dólares, lo que equivalía a 5.000 unidades de la moneda digital. Hizo la inversión como parte de su tesis sobre el cifrado de Internet, y al finalizarla se olvidó de sus monedas. Cuatro años después, con el auge de la moneda virtual y la multitud de noticias generadas por la misma, recordó su experimento, y comenzó a buscar la clave que había puesto. Cuando la recuperó descubrió que sus 5.000 bitcoin se habían convertido en 886.000 dólares, según informa The Guardian. En la actualidad, un bitcoin está valorado en unos 200 dólares. Compró un apartamento Koch invirtió su dinero en un apartamento que compró en el centro de Oslo, la capital noruega. El bitcoin es una moneda digital autoregulada por cifrado, donde los participantes son tantos que no existe posibilidad de regulación como la que puede instrumentar un Banco Central. En la actualidad se estima que hay algo más de 10 millones de bitcoins en circulación, y el límite máximo de emisión que está previsto que alcance es de 21 millones. Incluso en una cafetería de Canadá han instalado recientemente la primera máquina del mundo que dispensa bitcoins . El cajero automático ha sido instalado por Mitchell Demeter, fundador de la empresa canadiense Bitcoiniacs, que se dedica al comercio de esas monedas, y de la compañía estadounidense Robocoin.  Twittear 15 Evasión  HOY EN PORTADA Cinco supertendencias que marcarán la inversión durante los próximos años CARLOS JARAMILLO 22/05/2017 - 12:11 0 comentarios  En un mercado en el que los flujos de noticias acostumbran a cambiar de dirección de manera recurrente -los inversores han pasado de comprar todas las reformas del presidente de EEUU, Donald Trump, a no confiar en absoluto en él en apenas unas semanas-, encontrar las tendencias que marcarán el largo plazo se ha convertido en una especie de obsesión para los bancos de inversión. Desde Credit Suisse han elaborado una lista con las cinco tendencias que esperan que sean las dominantes durante los próximos años. "Las temáticas de inversión de largo plazo buscan lograr beneficios gracias a la predictibilidad y sostenibilidad de las tendencias de varios años", explican desde la entidad helvética. "Estos temas, basados en la visión de nuestra casa, enlazan las tendencias de largo plazo como el cambio político en los países occidentales, los giros demográficos o los rápidos progresos tecnológicos para concretarse en oportunidades de inversión enfocadas en el largo plazo", incide Michael Strobaek, jefe de inversión global del banco. 1.- Una sociedad enfadada en un mundo multipolar El ascenso de los populismos en la política del mundo desarrollado se ha convertido una tendencia a uno y otro lado del Atlántico durante los últimos años, lo que ha cambiado de manera radical el statu quo político. "La mezcla de unas políticas de austeridad económica y una política monetaria expansiva han sido especialmente perjudiciales para las clases medias en Occidente", explican en Credit Suisse. "Estas mismas clases medias han estado cada vez más y más frustradas ante la aparente incapacidad del establishment para tratar con problemas claves como una inmigración que aparentemente parecía incontrolada y el aumento del terrorismo", reflexionan en la entidad, donde consideran que "los próximos 4-7 años probablemente traigan medidas económicas encaminadas a apaciguar a las clases medias en los mercados desarrollados". En caso de que se concretasen las expectativas del banco con respecto a las políticas económicas que veremos en los próximos años, en Credit Suisse ponen el foco en la seguridad, la defensa y el consumo, donde consideran que podría haber una tendencia al alza en las ventas y en las valoraciones del mercado. 2.- Las infraestructuras: lograr cerrar la brecha Tras años en los que el protagonismo ha estado en una política monetaria expansiva, el foco, sobre todo en Estados Unidos, ha girado hacia la política fiscal. Donald Trump ha anunciado una fuerte inversión en infraestructuras durante los próximos años, algo que, de concretarse, podría crear oportunidades para el inversor. "El gasto en infraestructuras de manera habitual lleva a la creación de trabajos y es un multiplicador económico sólido que lleva a ganancias en la productividad", señala el equipo de Credit Suisse. "Con los tipos reales aún en negativo en gran parte del mundo, el entorno es ideal para financiar este tipo de proyectos", concluyen. "La ruta más directa para el inversor privado es centrarse en sectores y compañías que se beneficiarían de que el foco de la política estuviese en las infraestructuras, monitorizar sus fundamentales e invertir en aquellas acciones que son más atractivas", señalan en el banco. En concreto, ponen su atención en tres áreas: transporte, infraestructura de agua y energía y la vivienda accesible. 3.- La tecnología al servicio de los humanos Durante los últimos años la tecnología ha sido vista como una amenaza para la clase trabajadora. Y, precisamente, el foco sobre la ciberseguridad ha aumentado en las últimas semanas tras el ataque cibernético que puso en jaque a miles de empresas en todo el mundo. "Creemos que la digitalización ha llegado para quedarse. En los próximos ejercicios los grandes ganadores probablemente sean llamados algo así como digitalizadores, que ofrecerán crecimiento de las ventas y unos márgenes operativos crecientes gracias a las economías de escala y la eficiencia", concretan en Credit Suisse. 4.- Economía plateada: invirtiendo para una población cada vez más mayor Los principales problemas demográficos que afronta el mundo desarrollado es la baja tasa de natalidad y una población cada vez más envejecida, especialmente en el Viejo Continente y en Japón. Para el año 2050 se estima que la población con más de 60 años se elevará hasta los 2.100 millones de personas, frente a los 900 millones del año 2015. Y en 2020 el poder de compra de este grupo de edad alcanzará un nivel de 15 billones de dólares. "Esperamos que haya más de 1.000 millones de personas mayores de 60 años más antes del año 2050 y la caída asociada de la ratio de dependencia pondrá grandes retos, pero también presentará oportunidades", indican en Credit Suisse. En la entidad helvética creen que los inversores podrán lograr retornos atractivos en áreas como el estilo de vida y consumo senior, en la salud, el Real Estate y las compañías financieras. 5.- El valor de los millennials Si en los países desarrollados el problema demográfico es el envejecimiento de la población, en el resto del mundo no se comparte esta situación. El 50% de la población mundial tiene menos de 30 años y "los valores de esta generación están preparados para convertirse en la norma". La generación de los millennials -que tienen entre 19 y 35 años- es una de las más grandes de la historia y la investigación sobre sus inquietudes en la inversión ha tenido un boom durante los últimos años. "Tienen influencia y pronto llegará su madurez como inversores", explican en Creit Suisse. De este modo, el equipo de la entidad suiza señalan los valores que pueden marcar sus decisiones de inversión: la inversión sostenible, las energías limpias, el impacto de la inversión, una experiencia digital, la diversión, la salud y el ocio y la capacidad para tener una vivienda.
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